El Barraza y las duchas - Parte 3 (FINAL)
PARTE ANTERIOR 1000 disculpas por no terminar a tiempo. Como había escrito anteriormente, después de ese sexo express en el camarín con el Barraza, no pasó nada más, salvo contadas ocasiones que de calentura por instantes de soledad nos terciamos y pude volver a hacerle un oral o que me diera un buen agarrón de culo. Pero nada más. Con el tiempo pasó más de un año y empecé a postular a otros trabajos para un mejor sueldo, y se dio la oportunidad y nuevamente me retiré de esa empresa, pero esta vez de forma distinta, con una despedida, un asado de compañeros en mi casa. En aquel entonces vivía con mis viejos y en esa fecha ellos no estarían en casa y me dieron permiso de hacer el asado de despedida sin mayor problema, invité a los cercanos y compartimos un carrete piola. Entre los invitados estaba mi compadre. Al ir cayendo la noche, varios se fueron yendo y cuento corto se quedó al último el Barraza, a nadie le extrañó, pues para efecto de pega éramos los mejores amigos. -Si te quieres