Motiv@2: Acá todo puede pasar
A pesar de ser gay, siempre he vivido inserto en el mundo heterosexual y algunas de sus nefastas tradiciones como la religión. Desde que era pequeñite me enseñaron a rezar, ir a misa, amar a Cristo, etc... Por lo cual en mi adolescencia la mayoría de mis amigues pertenecían a este mundo parroquial. Soy el Chique del relato del Jala-binero y mi primera infidelidad. A pesar de haber salido del closet desde mi niñez, siempre fui aceptado, considerado y tuve una estadía cómoda en la parroquia a la cual siempre pertenecí, aunque era el único gay de allí. A mis amigos heterosexuales y cis género los respeto y nunca los he huebeado en el sentido de tener algún encuentro (solo espero a que ellos me pidan experimentar para darles el pase jajajaja pero eso es harina de otro costal). Al terminar mi relación hace aproximadamente unos 2 años (tengo 23 años) como tenía mucho tiempo libre volví a participar más activamente a este mundo parroquial. Me hice incluso el líder de un grupo de acción social